A partir del 15 de febrero Google activará su bloqueador de anuncios

 

Google Chrome frenará la publicidad que sea agresiva, tanto en el ordenador como en el móvil. Se trata de un bloqueador de anuncios de su navegador, que bloqueará aquella publicidad que considere inaceptable, que no cumpla las normas de comportamiento.

Google bloqueará aquellos anuncios que, de forma automática, reproduzcan vídeo y sonido o la publicidad con cuenta atrás que se exceda de su duración, así como ventanas de pop-up o anuncios prestitial, aquellos que cubren prácticamente toda la pantalla aun cuando se desplazan.

Aunque Google genera la mayor parte de ingresos de la publicidad y no quiere bloquear publicidad, quiere acabar con aquella que perjudique la experiencia del usuario, lo incomode o le violente.

Siguiendo los criterios de “The Coalition for Better Ads”, una asociación estadounidense llamada “Coalición para mejores anuncios”, Google quiere conseguir que el usuario pueda navegar por internet sin encontrarse publicidad agresiva, sólo aquella que cumpla con las normas de comportamiento.

Según explica el medio de comunicación Venture Beat, la activación de este bloqueador interno para el navegador de Google, se llevará a cabo de forma remota, sin necesidad de estar vinculada a una actualización específica del navegador e irá llegando de forma gradual a los usuarios.

 

Esta medida será efectiva a partir del 15 de febrero

Las empresas deberán adaptarse a este tipo de directrices establecidas por Google, en un plazo de 30 días, si quieren que no desaparezca toda su publicidad de un día para otro. Este bloqueador se estrenará el 15 de febrero y se presenta como una medida revolucionaria y muy beneficiosa y valorada por los usuarios, que se ven atrapados en una navegación atacada por anuncios constantes.

El problema de la publicidad intrusiva es que además de estropear la experiencia del usuario, también ralentiza muchísimo la navegación web.

Con esta medida, Google quiere evitar la aparición de todos aquellos anuncios que no cumplan los requisitos solicitados, eliminando aquellos sitios web que mantengan un estatus fallidos, durante más de 30 días.

Google ha trabajado con los editores para estar totalmente seguro de que cumplan con estos nuevos estándares, antes de poner en funcionamiento este bloqueador de publicidad agresiva.

La compañía espera que, creando su propio bloqueo de anuncios en el navegador, pueda mejorar la experiencia del usuario, evitando el agobio y la intrusión que sufrían con este tipo de anuncios intrusivos que aparecen sin preguntar y tardan en irse. Esta medida permite que el usuario no tenga que recurrir a bloqueadores de anuncios de terceros, si no que su mismo navegador se ocupará de hacer esta tarea.