Los usuarios ya se han cansado de las recomendaciones desinteresadas de lugares, productos, servicios o empresas. Creen que su actividad online debe ser recompensada económicamente y mucho más valorada, porque no deja de ser promoción y ventas para la empresa en cuestión. Por eso, muchos internautas están dejando de compartir contenidos para reivindicar una compensación económica por su acción. Y las compañías no rechazan esta propuesta, porque saben que si una persona influyente comparte su marca en redes sociales, pueden llegar a tener grandes beneficios.
Hay aplicaciones como Instant Consume, que pagan a los internautas que hablan sobre sus productos y aportan una opinión sobre ellos, dado que esa opinión será escuchada por millones de seguidores, a los que sería imposible acceder por medios propios de una forma tan rápida y efectiva. Sin la ayuda de estos internautas, las empresas no podrían llegar a alcanzar tanta visibilidad en tan poco tiempo, por ello deciden invertir una gran parte de su presupuesto en este tipo de acciones.
Remuneran a estos particulares porque se convierten en un community manager, comercial, encargado de marketing y promoción y de atención al cliente.
Según una estadística de la Guía Social Media Examiner, sobre las razones por las cuales los cibernautas hacen click en el botón me gusta, concluye que se sienten más preocupados por la dimensión material y económica que por la parte ideológica y colectiva. Prefieren recibir promociones, descuentos, muestras de productos o cupones para compras futuras.
Influencer vs profesionales del marketing
Muchos profesionales del marketing observan resignados cómo puede ser tan sencillo que personas anónimas se conviertan en grandes distribuidores comerciales, pero la conexión o el feedback que puede generar cada persona no residen tanto en la profesionalidad o el cargo, si no en lo que transmiten, su estilo, su personalidad, el tono de su voz, su aspecto, etc.
Ser influencer en las redes sociales te otorga una posición privilegiada, porque te aporta valor y prestigio de cara a las empresas, que buscan esta figura desesperadamente para optimizar la imagen de su empresa y conseguir más feedback, para conversar con nuevos clientes y fidelizar los que ya son clientes fijos.
