Las grandes compañías no siempre tuvieron éxito en el lanzamiento de apps. Empresas tan populares como Google, Amazon o Facebook también han cometido grandes errores que les hicieron fracasar estrepitosamente.
A veces por precipitarse, a veces por falta de recursos, de crear malas imitaciones de apps de gran éxito o simplemente por el rechazo de la mayoría de usuarios han conseguido que apps de grandes empresas estén destinadas al fracaso.
Facebook Stories
Facebook Stories es un ejemplo de app fracasada, ya que en un intento de competir con Snapchat no dio el resultado que se esperaba, decepcionando a los usuarios que decidieron seguir utilizando snapchat por todas las prestaciones que le ofrecía.
Los usuarios preferían utilizar Snapchat o bien Instagram Stories, que también sigue la misma línea que Facebook Stories, ya sea por el formato, el diseño, la forma de uso o por todo a la vez, pero los usuarios no usaban Facebook Stories porque no cumplía con todas sus expectativas.
Google Reader
El Caso de Google Reader es distinto. En este caso no fue porque no gustase a los usuarios, sino porque vieron que no era un proyecto rentable económicamente y decidieron cerrarlo, dejando sin previo aviso a millones de usuarios sin esta herramienta. Las nuevas apps que llegaban venían con fuerza, con agregadores y lectores de noticias, que quizás hubiesen desplazado igualmente a Google Reader.
Vine. El gran fracaso de Twitter
El fracaso más estrepitoso de Twitter es Vine, una app que servía de plataforma social para compartir vídeos cortos, en reproducción continua, que alcanzó el auge de popularidad en 2015. Pero con la llegada de Instagram todo cambió. Instagram empezó a incluir clips de vídeos cortos en un formato más completo y atractivo, y eso hizo que la mayoría de seguidores de vine se volviesen instagramers.
Más tarde, Twitter intentó remontar su app de mayor éxito transformando Vine en Vine Camera, que permitía subir a la red social los vines y proporcionaba el almacenamiento de los mismos. Pero por otro lado, perdió las prestaciones de una red social, tales como los perfiles, los seguidores o los comentarios, así que fue completamente descartada por los usuarios.
Estos son solo algunos de los ejemplos, pero podemos encontrar de los muchísimos intentos fallidos de apps, que han quedado en el olvido o que fracasaron a los pocos días de su lanzamiento.
No todos los casos fracasan por el mismo motivo, pero acostumbran a tener algo en común y es que no consiguieron seducir a los usuarios, por el motivo que sea. Esto quiere decir que antes de lanzar una app es imprescindible escuchar a los usuarios y a saber qué necesitan ellos y qué podemos ofrecer nosotros.